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No estaba
en el apetito la encrucijada, ni en el medio de esas piernas la respuesta.
Había una gruta si, donde dejar la agonía por un rato; un momento que de no ser
tan finito y fugaz, sería ciertamente similar a la alegría. Y caducamos los
sueños esperando nuestro cometa, uno que quizá no venga a salvarnos. Pero que
importa la salvación si al otro lado estás tú y la posibilidad de la sorpresa.
..
De frente a
las mareas Dios vigila su creación. El viento sopla su nombre sobre el brillante
lomo de las gaviotas, y recorre las costas gritándolo en susurros que exaltan
oro de la arena y del caracol, y de las barcas que muerden el tiempo que les
devora bajo el agua, cuando las Eras de sal acumulada en sus barrigas húmedas,
se convierten de pronto en las estrellas de aquel cielo que fuiste junto a mí.
Porque conmigo siempre fue la mejor época, la tierna intensidad de las cosas
que terminan; ese hermoso y cruel refugio que fue el amor.
…
Hay cosas
que no se deben tocar, cosas que no se deben repetir ni en secreto.
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Y el cristo
ensangrentado que habita en mi corazón grita mientras beso el luto blanco de
las noches sin ti.
Ronald Harris
28 de junio de 2013
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