No quieren volver a vestirme los acordes
que alguna vez abandoné,
buscando aprender en otras notas
cómo construir pentagramas para mi silencio.
Es que hoy adentro todo suena igual;
la llama fría con que se alimentan mis desgracias,
el viento que les aviva llenándolas de olas.
También suena igual cualquier intento de apagarlas,
ya sea con los dientes del piano aquel que me desgarra,
o con el arco afilado de los violines
que surcan la materia que compone mis ausencias.
Y como un diapasón monosílabo y deprimente,
se convierten en la misma melodía todos mis intentos
por lograr una sola partitura que toque la alegría.
Ronald Harris
22 de septiembre de 2011
Observo segmentos de código que mienten. Algoritmos que se suicidan buscando un alma. Un cúmulo de ceros que representan realidades irremediables y de un extraño modo, conocidas.
lunes, 26 de septiembre de 2011
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Pasos sin huella
el lobo que aulló dulcemente tras tu puerta sede al asombro
ante la levedad de tus pasos sin huella aparente
es que quizá la arena que cubre la memoria
no sabe el peso de tu pie
ni la forma de tus dedos cuando pasan sobre mí
evita entonces los nombres del odio que te muerden la sinapsis
como un grifo rojo ardiendo en las neuronas
recuerda
no hay pájaros que trinen lo suficiente en esta jaula
para despertarnos del olvido
Ronald Harris
20 de septiembre de 2011
ante la levedad de tus pasos sin huella aparente
es que quizá la arena que cubre la memoria
no sabe el peso de tu pie
ni la forma de tus dedos cuando pasan sobre mí
evita entonces los nombres del odio que te muerden la sinapsis
como un grifo rojo ardiendo en las neuronas
recuerda
no hay pájaros que trinen lo suficiente en esta jaula
para despertarnos del olvido
Ronald Harris
20 de septiembre de 2011
martes, 13 de septiembre de 2011
Desrecuerdos del amor
No vendrás a reclamar el surco que te debe
este corazón apuñalado,
ni lamerás el agua que desnuda mis rodillas luego de la lanza.
He aquí la paradoja;
la nostalgia de tu no-ser acumulado en cada rostro familiar,
en las miradas que se abrazan un segundo en las veredas,
y que se mueren sin recuerdo que las calme
cuando entran al vacío.
Ronald Harris
13 de septiembre de 2011
este corazón apuñalado,
ni lamerás el agua que desnuda mis rodillas luego de la lanza.
He aquí la paradoja;
la nostalgia de tu no-ser acumulado en cada rostro familiar,
en las miradas que se abrazan un segundo en las veredas,
y que se mueren sin recuerdo que las calme
cuando entran al vacío.
Ronald Harris
13 de septiembre de 2011
Gusanos del olvido
se alargan hacia una nada triste las orillas
de todo destino posible
dónde estás
me crecen las palabras
y se me mueren en los labios organizadamente
a veces parecen versos
dónde estás dónde estás
se pudren dulcemente mis histerias en tu busca
y se duermen a veces en ciertas playas
acurrucadas sólo en algunos paisajes
dónde estás
quizá te escondes en el ojo del miedo
o en la esquina sagrada de una tragedia
y quizá ya no existas y quizá
deba alimentar mil años a los gusanos del olvido
para hallarte
Ronald Harris
11 de septiembre 2011
de todo destino posible
dónde estás
me crecen las palabras
y se me mueren en los labios organizadamente
a veces parecen versos
dónde estás dónde estás
se pudren dulcemente mis histerias en tu busca
y se duermen a veces en ciertas playas
acurrucadas sólo en algunos paisajes
dónde estás
quizá te escondes en el ojo del miedo
o en la esquina sagrada de una tragedia
y quizá ya no existas y quizá
deba alimentar mil años a los gusanos del olvido
para hallarte
Ronald Harris
11 de septiembre 2011
Primavera de nieblas
Veo crecer una primavera de nieblas que se extiende en el laberinto,
como una tormenta plácida mordiendo el horizonte lentamente.
Sucumben a su hedor las parejas homosexuales que se besan en el frío,
acurrucados en el anonimato luminoso de las plazas.
Aún así, no se divisan lágrimas por lo pronto,
apenas un vacío madurado en los soles
que vienen a gritarme la soledad.
Ronald Harris
02 de septiembre de 2011
como una tormenta plácida mordiendo el horizonte lentamente.
Sucumben a su hedor las parejas homosexuales que se besan en el frío,
acurrucados en el anonimato luminoso de las plazas.
Aún así, no se divisan lágrimas por lo pronto,
apenas un vacío madurado en los soles
que vienen a gritarme la soledad.
Ronald Harris
02 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)