jueves, 14 de noviembre de 2013

El llamado de las bestias

la trampa era evitar caer en ella
la trampa era temerle a la trampa y seguir huyendo tras la calma

pero no hay calma para los que estamos segados por la luz
no hay calma para nosotros que amamos nuestra oscuridad
y el vértigo de no sabernos si no en sus rincones
de sabernos al borde y soñando
al borde y danzando con la brisa y riendo
al borde y llorando igual por el sol que ya no nos visita
ni aún en aquel verano que empeoró nuestra sombra con su calor

la trampa era evitar amarte amándote
y huir mientras  caía en un acto de desaparición
cuando en realidad ibas pegada a mí
atada a mí como el Ulises a su barca
escuchando el llamado de las bestias


Ronald Harris

04 de Noviembre de 2013

G.S.

Insectos, 
caminabas entre insectos
que no cesaban de mirar la luz.

Caminabas entre seres ajenos
conectados tan solo por una rutina omnipresente,
absoluta.
                                                
Seres entregados a la feliz ignorancia,
al enceguecedor brillo 
que es olvidar.



Ronald Harris                     

13 de noviembre de 2013

martes, 22 de octubre de 2013

Hembra Celeste

"aceptaré tu infierno si lo compartes conmigo"                         


el teléfono ahí y  tanta noche
el teléfono ahí
y el  hambre  que besa la sinapsis
susurrándome en la calma tu apetito
 
y que aburrido el universo sin la curva te tus senos en mi memoria
sometiéndome al gobierno de las ganas
al impredecible imperio que es poseerte hembra celeste

mujer estrella
que triste el mundo sin tu voz y sin tus fobias                    
que lento el transcurso de los días
en la pálida tranquilidad de este sol blanco                                             
                                                     
mas yo prefiero la noche de tus ingles
al ocio claro de un hombre solo

prefiero la fiebre insomne 
de una eterna conversación entre gemidos
mientras intento no sumergirme nuevamente en la intensidad


Ronald Harris

21 de Octubre de 2013

viernes, 11 de octubre de 2013

Espacio abisal


Dios bendijo tus cadenas de princesa porno, de cenicienta de prostíbulo. Dios te montó con su espada de tinieblas, y te dio el nombre que hoy nos multiplica en los burdeles de tu alma. Y al tocarte entendí la primera proporción del vacío: tu garganta alojando a un ser extraño. Al tocarte me di cuenta, que solo somos sombras acudiendo al llamado de la carne, fantasmas que retornan a la realidad cuando los convoca la lujuria, espectros alojados en ese espacio abisal oculto tras el pubis. Aun así ven y enciende la lámpara genital que arderá por nosotros toda esta cruel y larga noche. Ven y deja como prenda el estigma de tus senos que brillan como astros desdichados. Ven y grita lo que nos queda por decir, con las manos, con la lengua, con las uñas, con los dientes, con las venas engrosadas de placer y soledad; las acariciaré suavemente hasta que te duermas sobre mí, hasta que te abandones en mi pecho mientras mi corazón te abraza los oídos, mientras el calor de mi cuerpo de hombre te proclama diosa y ofrenda, y mis ojos apenas abiertos vean como desapareces hecha milagro, justo antes del amanecer.


Ronald Harris

11 de Octubre de 2013

miércoles, 2 de octubre de 2013

Secreto

si supieras cómo te necesita el báratro detrás de mi memoria
cómo se hacen imposibles las madrugadas sin tus uñas
sin tus manos de malabarista ciego acariciándome las llagas

si supieras las plegarias que bajaron desde la mentira para hacerte realidad
y de la condena de saberme tuyo sin tenerte
sin poseer el inquieto planeta que medita en tus ojos
ese doble astro que me empujó a esta guerra inconfesable
de decirme no no no de decirme nunca cuando nada es tan nunca
cuando nunca es tan siempre

si supieras de aquellas que no me amaron por ti
de las que fui acallando en el corazón como un refugio
y que se convirtieron en hermosas murallas de fugaz alegría mientras te odiaba

pero ya no hay furia que oculte el delirio blanco de tu lejanía
ni el tierno episodio de mis noches en tu busca

ya no hay más que esta geografía devastada por las ganas de cogerte
este territorio impenetrable que significan tus caderas
y la pérfida inocencia de todo aquello que ya no es


Ronald Harris

2 de Octubre de 2013

martes, 1 de octubre de 2013

Desnudo

Me atropellan tus multitudes sin misericordia, para hacerme caer en esta lengua exquisita, cuando quisiera no saber suplicar de esta manera: tan ángel y genuino, tan deliberadamente bello, cruel y frágil sobre mi sangre hasta la dicha. Pero soy ésto y te suplico con un pájaro en los ojos, y me aferro a tu calor en este arácnido oscuro, cuando todo en mí es la alegría de tu sueño que me calma, sabiéndote prisionera de mi lecho como una ofrenda brutal y maravillosa. Hoy la felicidad es un episodio inmóvil de la memoria, atesorado para siempre.

Ronald Harris
16 de Diciembre de 2008

lunes, 23 de septiembre de 2013

Áridos incoherentes



o

evitar encontrar entre las calles, mirando a escondidas las evidencias con que el resto delimita mis posibilidades, suena imposible. Como imposible es dejar de recordar los que no eres.

Qué necesidad hay realmente en forzar a la palabra. Qué tan importante puede ser que te envidie el silencio.

Ya viste en la pupila asomar a la bestia y no corriste; toda violencia siempre te sedujo.

Y de pronto soy aquí y no hay lucidez que valga la pena.


oo

Avanzan fantasmales las sombras que dejamos buscando nuestra compañía.

Pero correr era la fórmula.

Y desaparecer desaparecer desaparecer, y hacerte mito del que espera, tan frágil e inocente, tan monstruo y sin memoria.

Cabalgas la razón pero no la entiendes.

Y consumes días que no son, y bebes de las costumbres de los otros tus acciones que no mienten, por lo menos, no como tú.


Ronald Harris

26 de octubre de 2012

Divagaciones para el retorno


.
No estaba en el apetito la encrucijada, ni en el medio de esas piernas la respuesta. Había una gruta si, donde dejar la agonía por un rato; un momento que de no ser tan finito y fugaz, sería ciertamente similar a la alegría. Y caducamos los sueños esperando nuestro cometa, uno que quizá no venga a salvarnos. Pero que importa la salvación si al otro lado estás tú y la posibilidad de la sorpresa.

..
De frente a las mareas Dios vigila su creación. El viento sopla su nombre sobre el brillante lomo de las gaviotas, y recorre las costas gritándolo en susurros que exaltan oro de la arena y del caracol, y de las barcas que muerden el tiempo que les devora bajo el agua, cuando las Eras de sal acumulada en sus barrigas húmedas, se convierten de pronto en las estrellas de aquel cielo que fuiste junto a mí. Porque conmigo siempre fue la mejor época, la tierna intensidad de las cosas que terminan; ese hermoso y cruel refugio que fue el amor.

Hay cosas que no se deben tocar, cosas que no se deben repetir ni en secreto.

-
Y el cristo ensangrentado que habita en mi corazón grita mientras beso el luto blanco de las noches sin ti.




Ronald Harris
28 de junio de 2013

Último baile



Concédeme esta última pieza. Te iré dando las claves con las que despedirnos en cada paso. Toma mi mano, cierra los ojos, no habrá como dividirnos este instante. Ven, abraza conmigo la ternura de perdernos. El amor no cabe en unos pocos versos, lo sé. El amor no cabe tampoco en toda una vida. Baila conmigo la tristeza de sabernos diferentes y enamorados, distantes. Hoy, que no somos los de antes, seremos los de siempre; un beso sin labios, una caricia sin piel que la retenga, solo el alma, solo esta pieza que nos reúne unos minutos, antes del silencio.

Ronald Harris

18 de julio de 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

Corazón delator

“Por descuido fui víctima de todo alguna vez” - Gustavo Cerati

publicaremos en el cielo las preguntas que dejó tu última marea
suponiendo que hay suficiente  azul en él aun muerto el mar
y elevadas las anclas vaciadas de recuerdos

quisiera entrar nuevamente en las penumbras y mirarte
cegar el ojo de mi miedo para verte entre las sombras

pero ya no queda esa precisa oscuridad que dejabas con tus besos

ya no queda rastro del imperio cabizbajo de tu pelo
naufragado en la sedienta posibilidad de cogerte tras sus rejas
tras los muros donde perdimos el deseo sin querer

ya no queda el desconcierto de tenerte
aquel desasosiego que todo corazón enamorado esconde
y que se revela tras la pupila iluminada de placer y de temor   

y desde entonces
vagan huérfanos  mis versos por la tierra
como victimas sin musa que logre rescatarlos

Ronald Harris
5 de septiembre de 2013