quise habitar el mar soñando con naufragios
abrazando caracolas mientras buscaba las respuestas
pero las olas solo guardan preguntas para el que se ahoga
y mordiscos de cangrejos que huyen en la arena
cuando la gaviota más salvaje observa el hundimiento de la tarde
yo no tengo porque dedicarte toda esta maravilla salada
tanto verso crispado en las esquinas de los arrecifes
pero aun así entro en las marejadas buscando tu sollozo
buscando el verbo con que te llamo mientras crecen las mareas
y se que fuiste el cardumen reflejando la luna
y las lápidas turquesas al fondo de todos mis martirios
se que fuiste el ojo del mar llorando y muchas veces
el único silencio que guardé
antes de gritar tu nombre
Ronald Harris
5 de mayo 2020
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