jueves, 14 de noviembre de 2013

El llamado de las bestias

la trampa era evitar caer en ella
la trampa era temerle a la trampa y seguir huyendo tras la calma

pero no hay calma para los que estamos segados por la luz
no hay calma para nosotros que amamos nuestra oscuridad
y el vértigo de no sabernos si no en sus rincones
de sabernos al borde y soñando
al borde y danzando con la brisa y riendo
al borde y llorando igual por el sol que ya no nos visita
ni aún en aquel verano que empeoró nuestra sombra con su calor

la trampa era evitar amarte amándote
y huir mientras  caía en un acto de desaparición
cuando en realidad ibas pegada a mí
atada a mí como el Ulises a su barca
escuchando el llamado de las bestias


Ronald Harris

04 de Noviembre de 2013

G.S.

Insectos, 
caminabas entre insectos
que no cesaban de mirar la luz.

Caminabas entre seres ajenos
conectados tan solo por una rutina omnipresente,
absoluta.
                                                
Seres entregados a la feliz ignorancia,
al enceguecedor brillo 
que es olvidar.



Ronald Harris                     

13 de noviembre de 2013